Unos 16.000 moteros tomaron ayer las calles de las principales ciudades españolas para reclamar medidas que favorezcan el uso de las motocicletas. Seguros más económicos, un plan prever (similar al de los coches) para renovar el parque motociclista, incrementar la educación vial en las escuelas, poder conducir motos de hasta 125cc con el carnet de coche y la retirada de los guardarraíles de las carreteras fueron las principales reivindicaciones de la jornada.

La protesta congregó a motociclistas, fabricantes de motos y componentes, sindicatos y asociaciones de moteros. En Barcelona, más de 5.000 personas se reunieron en la confluencia de Diagonal y Balmes e hicieron rugir sus bestias de dos ruedas hasta la plaza de Catalunya, donde se leyó un manifiesto. Madrid vivió la concentración más multitudinaria, con 8.000 personas, mientras que en Sevilla se dieron cita unos 3.000 moteros, y 1.000 en Valencia.

"La moto quiere vivir" fue el lema de la jornada. "El Gobierno debe acceder a nuestras peticiones porque la moto no es un problema, sino una solución a la densidad del tráfico y la movilidad en las ciudades", exigió Pere Cases, portavoz de la Asociación de Defensa del Motociclista. "Pagamos impuestos como los coches, pero no se construyen suficientes aparcamientos, no se crean carriles especiales para motos, ni se tiene en cuenta a los motoristas a la hora de diseñar el urbanismo", concluyó.

Una de los mayores críticas iba dirigida, aunque sin citarla, a Unespa, la patronal de las aseguradoras que preside Alvaro Muñoz-López. En los últimos tres años, el precio de las pólizas se ha multiplicado por cinco, muchas compañías no aceptan asegurar a las motos y si lo acceden se niegan a hacerlo a todo riesgo. Esto provoca que algunos motoristas circulen sin seguro.

Esta situación también ha ocasionado un gran descenso de las ventas de motos en España. De una producción de 350.000 unidades hace cuatro años, se ha pasado a las 150.000 del 2002, por lo que los sindicatos alertan del peligro que corren los 22.000 puestos que dan trabajo en este sector en España. Sólo el año pasado, las empresas se vieron obligadas a despedir a 400 personas con contrato fijo, y el número de contratos eventuales descendió.