Las autoridades francesas han retirado del mercado unos implantes mamarios considerados defectuosos, por lo que han hecho un llamamiento a las 30.000 mujeres operadas con ese gel de silicona de la compañía Poly Implant Prothèse (PIP), tanto en Francia como en el extranjero, para que se hagan una revisión médica.

Le Parisien ha publicado hoy que la fiscalía de Marsella abrió el pasado día 23 una investigación preliminar por "engaño" y "puesta en peligro de la vida ajena" en relación con los riesgos de los implantes de PIP, susceptibles de romperse con mucha más frecuencia que otros.

Según el periódico, el gel de silicona que utilizaba esta empresa ubicada en las cercanías de Tolón, en la Costa Azul francesa, no había sido autorizado por las autoridades, algo que se descubrió en una inspección.

CUARTO FABRICANTE MUNDIAL

PIP, creado en 1991, era el cuarto fabricante mundial de implantes mamarios y atravesaba dificultades financieras desde hacía varios meses, una situación que se ha agravado con este escándalo y que le ha llevado a la liquidación judicial, anunciada ayer por el tribunal de comercio de Tolón.

La Agencia de Seguridad Sanitaria de Productos de Sanidad de Francia (AFSSAPS) ha lanzado una alerta en toda Europa y en Estados Unidos para advertir de los posibles riesgos de los implantes y aconseja consultar con el cirujano para someterse a un examen ante el riesgo de que se rompan. Los análisis de la AFSSAPS han detectado "rupturas de la cobertura de esos implantes con una frecuencia más elevada que los otros implantes mamarios que contienen geles de silicona".

RETIRAR SOLO EN CASO DE RUPTURA

La consulta del cirujano se justifica, según la agencia, "para que (a las mujeres operadas) les prescriban una ecografía anual o un examen adaptado". El organismo de control considera que no hay razón para retirar el implante por el simple hecho de que provenga de PIP, solo en caso de ruptura, y entonces en principio debe ser posible su sustitución por otro.

En Francia, donde los implantes de gel de silicona volvieron a ser autorizados en el 2001, hay unas 500.000 mujeres que llevan este tipo de prótesis (frente a las 200.000 en el 2003), operadas en un 80% por razones estéticas y en el 20% por motivos terapéuticos --por un cáncer--.