Corría 1985. La Alberca, en la parte antigua de Trujillo, era un hervidero de jóvenes inquietos. Allí coincidían habitualmente Guty y Luismi. Se conocían desde que, con 7 y 9 años respectivamente, ambos estudiaban solfeo en casa de una profesora de música. Acababan de licenciarse de la ´mili´ --sí, todavía existía el servicio militar obligatorio-- y fue en aquel lugar y aquel momento, con una guitarra de segunda mano y un casiotone, cuando decidieron formar un grupo. De pop-rock, claro, que era lo que entonces se llevaba.

Alvaro Gil pasó a ocuparse del bajo y Candy de la batería. A ellos se unió Mavi, que durante mucho tiempo fue covocalista junto con Guty de un grupo que todavía no tenía nombre. En un principio y dado los orígenes, dieron en llamarse ´Primero de solfeo´. Su primer bolo fue en el antiguo cine de Zorita en un festival con otros grupos. Fueron los primeros, pero hubieron de tocar de nuevo al final de todas las actuaciones a petición del público. Un gran comienzo.

Tras algunos cambios en la formación, los chicos decidieron seguir, pero bajo otro nombre. ´Soponcios Pilato´, ´Para uso exclusivo´ fueron algunas de las propuestas. Finalmente triunfó ´Takun Q Takun´, una de las onomatopeyas que usaban para explicarse cómo tenían que sonar las canciones a la batería.

Con nuevo nombre y las puestas en escena de Kiko Murillo, alcanzaron el triunfo en el concurso de grupos de la Feval de Don Benito en 1987. El premio consistía en grabar un single, que pagaba la Junta de Extremadura, y que salió con Snif Records, lo que les llevó a tocar con Asfalto y Siniestro Total. Tras varios años, la inevitable separación.

El año pasado murió Guty, ´alma mater´, ideólogo, fundador, guitarra y vocalista del grupo. Sus compañeros le homenajean esta noche en el pub La Abadía de Trujillo. Una magnífica forma de recordar a Takun, en este caso, sin takun.