Muchos conductores de la Unión Europea que son denunciados cuando circulan por otro país miembro se libran de pagar la multa gracias a la descoordinación que hay entre las distintas administraciones. Ahora, la Comisión Europea (CE) quiere acabar con esa "impunidad" y ha propuesto interconectar los registros de matriculación de todos los países de la UE para facilitar la persecución de los infractores. El sistema de intercambio de datos presentado el miércoles en Bruselas pretende garantizar que las sanciones impuestas por la policía de un país llegan al domicilio del automovilista multado, aunque viva a miles de kilómetros.