El diestro Antonio Ferrera sufrió ayer una cogida de gravedad tras matar al quinto toro de la tarde, en la primera corrida de la feria del Angel de Teruel, en la que cortó tres orejas y dos César Jimenez.

La tragedia sobrevoló la plaza de toros de Teruel tras una buena estocada de Antonio Ferrera al quinto toro de la tarde, tras la cual perdió pie y el animal le hizo hilo, levantándolo del albero por la cavidad torácica.

Las cuadrillas y todos los que estaban en el callejón fueron a rescatar al diestro, al que le manaba sangre del pecho, justo al lado del corazón, y en un glúteo, donde recibió otra cornada, para llevarlo a la enfermería del coso.

Todos los que salían de la sala médica coincidían en hacer muy negativos pronósticos al afirmar que la cornada había sido justo al lado del corazón, pero poco a poco los peores temores se fueron disipando y, al final, el doctor Antonio Minguillón dio un parte médico más optimista.

La herida, según indicó, afecta al músculo pectoral izquierdo del torero, sin comunicación aparente con la cavidad torácica y sin observar hemorragia en la exploración, aunque es posible que tenga una probable fractura costal.

OCHO CENTIMETROS Sí se confirmó la gravedad de la cornada en el glúteo, donde tiene una cornada de unos de ocho centímetros de profundidad. Con pronóstico grave fue trasladado al hospital Obispo Polanco de la capital turolense, donde ha quedado ingresado.

Se lidiaron seis toros de Carmen Lorenzo, bien presentados y de buen juego en general, todos menos el sexto.