Los últimos preparativos para la boda real tienen consecuencias a más de 700 kilómetros de distancia del escenario del enlace. Desde la madrugada del sábado, el control exhaustivo de los vehículos que llegan a los pasos fronterizos de España con Francia y Portugal ha provocado colas kilométricas. Es previsible que los problemas se repitan durante toda la semana, ya que la vigilancia extraordinaria se mantendrá hasta el próximo 24 de mayo.

El acontecimiento ha llevado a las autoridades a suspender el tratado de Schengen sobre la libre circulación de personas, que mantienen 15 países europeos. El cambio supone que las fuerzas de seguridad piden aleatoriamente la documentación a los viajeros al llegar a la frontera. La habitual fluidez del tráfico en estos pasos ha quedado interrumpida.

Fuentes de la Policía Nacional de La Jonquera (Girona) dijeron ayer que se practican controles "selectivos" de revisión de pasaportes. Al llegar a las casetas de la frontera, deben aminorar la marcha, puesto que los guardias pueden pedirles que se detengan. Empiezan así las colas.

Pese a que algún conductor se quejó de que los controles de documentación sólo se realizasen con motivo de la boda de Felipe de Borbón y Letizia Ortiz, la mayoría de los viajeros fueron comprensivos. Muchos de ellos, no obstante, ignoraban el motivo.

LA CITA Mientras los novios pasean en Rolls Royce, los cerca de 1.600 invitados disfrutarán de un aperitivo, que tendrá lugar en nueve salones.

BARAJA REAL El heredero de la Corona española es el rey de espada y su novia, el as del mismo palo, en la nueva entrega de la baraja que ofrece hoy la revista Interviú. El juego incorpora a Juan Fernando López Aguilar, ministro de Justicia, y a José Bono, de Defensa.