Desde cantar en todas las radiofórmulas aquello de "cuando crees que me ves / cruzo la pared / hago ´chas´ y aparezco a tu lado" al amenazante "estoy en tu portal / planeando una atrocidad / solo parte de esta furia / es de origen hormonal" han pasado casi 25 años. Christina Rosenvinge (Madrid, 29 de mayo de 1964) ya no es hace siglos aquel producto dirigido al público infantil, sino la protagonista de una de las mayores reinvenciones dentro del panorama de la música nacional. El próximo sábado, Tu labio superior recibirá el premio a mejor disco del año que otorga el Festival Pop-Eye de Cáceres.

Rosenvinge es auténticamente adorada por una legión de fans cautivados por su voz dulce y sus letras arriesgadas. Ya no es una niña, pero sigue teniendo un toque de ingenuidad --ya sea real o impostada-- que engancha a muchos.

Es, ante todo, una mujer ocupada. Recién regresada de México ("ha sido una expedición muy divertida"), responde a las preguntas con fogonazos, frases cortas pero contundentes. "Los premios siempre hacen ilusión. Yo no he recibido muchos en mi carrera, cosas de ir a mi bola, así que me hacen todavía más ilusión que a otros", cuenta.

Nuevo disco

Tu labio superior ya pertenece al pasado. Para enero saldrá un nuevo trabajo a la calle. "Estoy con los últimos detalles, la portada, el videoclip...", dice, convencida, en referencia a las descargas de internet, de que "la música no está en crisis, sino el el formato y el modelo de negocio. Habrá que encontrar otro sistema para que todo funcione mejor que el de ahora, que ya no funciona".

Pasaron los tiempos en los que, cuando inició su carrera en solitario --tras dejar su dúo de inspiración adolescente con Alex de la Nuez y, posteriormente, el grupo los Subterráneos-- solamente cantaba en inglés. Era la influencia del largo tiempo que pasó en Nueva York bebiendo directamente de las fuentes de grandes de la música indie como Sonic Youth. "Ha sido un reencuentro feliz con el español. Ultimamente he intentado hacer algo en inglés y ahora no me sale", confiesa. En esa transición empezó a escribir sus propios temas, a buscar una voz propia con historias desgarradas y una pose desafiante.

En ella, asegura, queda todo lo que la hizo famosa a finales de los 80 con el "Chas y aparezco a tu lado" --hasta participó en el desaparecido Festival de la OTI en 1988--, pero, según matiza, "solamente se han añadido unas cuantas cosas más".

Extremadura espera a Christina Rosenvinge. "Es un lugar maravilloso, con unos rincones muy bonitos y afortunadamente poco explotados. Ojalá siga así mucho tiempo", comenta.