Agentes de la Guardia Civil detuvieron ayer a una mujer en Palamós (Gerona) por presunta colaboración con el terrorismo yihadista, según el Ministerio del Interior. Los investigadores le atribuyen actividades de autorradicalización, captación, reclutamiento y envío de yihadistas a zonas de conflicto.

La joven, de 21 años, nacionalidad española y residente en esta localidad catalana, formaba parte de una «red de individuos afines al Estado Islámico» cuyas actividades fueron detectadas por los servicios de información e inteligencia internacionales desde hace dos años.

La detenida se autorradicalizó a través del consumo de propaganda yihadista y mediante el contacto, a través de las redes sociales, con otras personas, mujeres principalmente, «que contribuyeron de forma decisiva a la concreción del ideario yihadista». En su proceso de radicalización, la joven acabó acatando «las más severas exigencias del rigor salafista, tanto en lo referido a la utilización del código de vestimenta estricto (...) como en el progresivo aislamiento de su actividad pública».

La detención fue posible gracias a la colaboración de la Guardia Civil con el FBI, una colaboración que ya permitió la detención de otras dos personas anteriormente. En noviembre del 2015, se arrestó a una mujer en la provincia de Barcelona. Y en junio del 2016, el FBI detuvo en EEUU a un hombre con el que la mujer arrestada hoy mantenía una estrecha vinculación y cuya detención permitió abortar un viaje a Siria que habían planeado.

La Guardia Civil, que actúa bajo la dirección de la Audiencia Nacional, registró el domicilio de la detenida en busca de pruebas que determinen su grado de implicación en actividades terroristas. En lo que va de año, 61 personas han sido arrestadas en España por su presunta relación con el terrorismo yihadista y otras nueve en otros países en operaciones con la participación de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, según datos del Ministerio del Interior.