En Enterrar a los muertos , Ignacio Martínez de Pisón, indaga en la amistad entre José Robles y John Dos Passos, traductor aquel del escritor norteamericano. Robles, republicano, murió posiblemente asesinado por el espionaje ruso en 1936.

--Le dan un premio de narrativa a un libro que no es una novela.

--El libro es lo que yo llamo novela sin ficción. No existe ficción pero lo he escrito como una novela, con las técnicas del novelista. Responde a un momento en que los géneros están mezclados y sus límites borrados.

--¿Por qué es posible ahora plantear otra visión de la guerra civil?

--Porque la planteamos los nietos de los que hicieron la guerra. La herida tan grande que provocó aún sigue sin cicatrizar. Así que para entender lo que ocurrió hemos escrito nuestro propio relato de una manera que no ha sido contada, sin abusar de la epopeya, algo que había hecho la historiografía franquista, y también la republicana.

--Su libro describe la historia de un republicano asesinado por el espionaje soviético.

--Esa es la versión más plausible de la muerte de José Robles, porque él disponía posiblemente, como traductor de los militares soviéticos, de información comprometida. Otras versiones hablan de que al perder influencia Vladimir Gorev, para el que trabajaba, a causa de las purgas desatadas por Stalin contra supuestos sospechosos de disidencia, Robles habría sido víctima de ello. Era un muerto que no interesaba a nadie porque en su historia no hay épica. Los mártires de la guerra respondían a las necesidades de la guerra y Robles era un traductor asesinado por los republicanos, y por tanto estos tampoco iban a reivindicarlo.

--¿Qué clase de amistad mantuvo con Dos Passos?

--Se conocieron en 1916 en España y luego en sus viajes a Estados Unidos Robles se quedaba a dormir en casa de Dos Passos. Su amistad fue creciendo con los años y en las cartas que se cruzaron se ve que era una amistad muy cercana.

--Su libro convive con otros denominados revisionistas.

--La historia está condenada a revisarse porque no es una columna de mármol. El problema es que determinados libros de revisionistas no están aportando ninguna luz nueva sino que regresan a los argumentos de la Causa General, los argumentos que ha empleado durante años la propaganda franquista.

--¿Qué le parece que retiren las estatuas de Franco?

--Una sociedad tiene que homenajear lo mejor de sí misma, de manera que eliminar estatuas de gentes como Franco o quitar placas de calles es una manera de buscar lo mejor del pasado y no lo más siniestro.

--¿Qué opción habría tomado si hubiera vivido la guerra civil?

--Habría sido un desertor. Hay un libro de Pedro Corral titulado así, Desertores , que muestra que una amplia mayoría de hombres a los que le pilló la guerra por medio eligieron escapar de ella.