La cota del 0,7% del producto interior bruto (PIB) de ayuda a los países pobres, prometida por el Gobierno para el 2012, está mas cerca. España destinará este año unos 4.122 millones de euros, con lo que se coloca en la sexta posición mundial, solo por detrás de EEUU, Reino Unido, Alemania, Francia y Japón. La aportación supone el 0,51% del PIB, lo que sitúa a España como décimo país en la clasificación por este porcentaje --tras Suecia, Noruega, Luxemburgo, Dinamarca, Holanda, Bélgica, Reino Unido, Finlandia e Irlanda--, por delante de estados más ricos como Alemania, Francia, Japón y Estados Unidos.

El informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que agrupa a 22 países desarrollados, reveló ayer que, paradójicamente, el alza de los porcentajes del PIB tiene más que ver con las caídas de la renta bruta de los países por la crisis que con la subida real de las ayudas. Es el caso de España, que el año pasado aportó 4.761 millones, 639 más, y solo llegó al 0,43% del PIB.

PROMESAS ROTAS El secretario general de la OCDE, Angel Gurría, advirtió de que el total mundial de ayuda solidaria será este año 15.007 millones de euros inferior a los 94.003 prometidos en el 2005 por las potencias donantes. "Estas promesas rotas son poco menos que un escándalo", aseguró Max Lawson, asesor de la organización. "Una mujer muere cada minuto en el parto en algún lugar en el mundo por un cuidado médico inadecuado, y al menos 72 millones de niños no están escolarizados", recordó.