El feroz ataque a los lobis homosexuales que aparece en el Directorio de Pastoral Familiar ("reclaman a modo de privilegio unos pretendidos derechos, erosionando elementos muy significativos de construcción de la sociedad que afectan a todos" e "infeccionando a los mismos poderes públicos") no tienen parangón en la instrucción pastoral del 2001 que dio vida al directorio. Ahí se habla de la "ingenuidad" con la que se afronta, por parte de la sociedad, la cuestión de la homosexualidad.

En el directorio se hace un ´juicio sumarísimo´ a los mediadores familiares ("instrumentos al servicio del divorcio rápido, barato y pretendidamente indoloro").