El Reino Unido pretende emplear la mano dura para luchar contra la piratería en internet. Los británicos que descarguen ilegalmente música y películas se arriesgan a perder su conexión a la red. El proyecto de ley que prepara el Gobierno laborista de Gordon Brown contempla el corte del servicio a los reincidentes. Quienes realicen descargas ilegales recibirán un correo electrónico con un primer aviso, sin penalización. A la segunda falta, el usuario sufrirá una desconexión temporal. Una tercera infracción supondrá la liquidación definitiva del contrato. Los medios británicos que han tenido acceso al borrador, listo para ser publicado la semana próxima por el Ministerio de Cultura, sugieren que las compañías de banda ancha que no colaboren con la normativa serán denunciadas en los tribunales, y los datos del cliente sospechoso, entregados al juez.

Desde hace seis meses, cuatro de los mayores proveedores británicos de internet --Orange, Tiscali, BT y Virgen Media-- andan discutiendo la introducción de un control voluntario de la piratería, sin que de momento se haya llegado a ningún acuerdo. Uno de los puntos más complejos del debate es la manera de establecer el arbitraje, cuando los clientes aleguen, por ejemplo, ser víctimas de un tercer usuario que podría usar su red inalámbrica, sin autorización, para hacer descargar ilegales.

SEIS MILLONES DE AFECTADOS Se calcula que en el Reino Unido seis millones de personas piratean algún producto en la red cada año. Las compañías relacionadas con el cine y la música, que están sufriendo pérdidas millonarias, están presionando al Gobierno para que introduzca nuevos controles legislativos.

La propuesta de las autoridades ha sido recibida con escepticismo por los expertos del sector. "Los proveedores de servicios en internet van a ser muy reacios a llevar a cabo esta medida", aseguró ayer convencido el especialista de la industria musical Chris Cooke. "No podemos controlar o archivar el tipo de informaciones que pasan por nuestra red", declaró un portavoz de la Asociación de Proveedores de Internet. "Sería como si la oficina de correos pudiera abrir los sobres que reparte", remachó.