No resultó una buena idea contratarla. La cantante norteamericana Lauryn Hill, inesperadamente, realizó un duro ataque contra la Iglesia durante su actuación en el tradicional concierto de Navidad en el Vaticano, que se grabó el sábado para ser emitido por televisión en Nochebuena, lo que ya no está claro que vaya a hacerse. "No creo en ningún representante de Dios en la Tierra, estoy aquí para deciros: arrepentíos", dijo Hill ante la estupefacta mirada de los miembros de la curia vaticana, que estaban presentes en las primeras filas de la sala Pablo VI, abarrotada por más de 7.000 personas.

La artista, según lo previsto, debía interpretar dos canciones, pero antes se puso a leer una larga invectiva contra el clero, con alusiones a los casos de pedofilia registrados en EEUU y el argumento de que "hay que rezar a Dios y no a los hombres".

La dura proclama de la cantante estadounidense fue duramente criticada y calificada de indigna por el cardenal Ersilio Tonini. Este prelado apeló ayer al "buen gusto" y al "respeto al público" para pedir al Canal 5 que corte la escena en la retransmisión del 24 de diciembre.