La maestra británica Gillian Gibbons, condenada en Sudán a 15 días de cárcel por permitir que sus alumnos pusieran el nombre de Mahoma a un oso de peluche, tiene previsto regresar hoy al Reino Unido. Gibbons estaba ayer bajo custodia de los funcionarios de la embajada británica en Jartum, tras haber logrado el perdón, cuatro días después de haber sido juzgada.

La liberación ha sido posible gracias a las gestiones realizadas por dos parlamentarios británicos musulmanes que solicitaron la medida de gracia al presidente sudanés, Omar al Bachir.

La profesora, que daba clases de inglés en una escuela sudanesa desde el pasado agosto, fue detenida el pasado día 25 bajo sospechas de haber ofendido al profeta Mahoma, después de recibir varias quejas de los padres de sus alumnos.

La maestra había pedido a una niña de 7 años que llevara su oso de peluche y después sugirió a sus alumnos que eligiesen un nombre, según Robert Boulos, director del Unity School, en el que trabaja Gibbons.

Veintidós de los veintitrés niños eligieron Mohamed, muy común en el mundo musulmán, como nombre favorito para el osito. Dos días después, las sospechas policiales cristalizaron en una acusación formal presentada por la fiscalía sudanesa.