Los más de 150 pacientes españoles pendientes de un trasplante de pul- món tienen una nueva esperanza. El Hospital Puerta de Hierro de Madrid presentó ayer una técnica, llamada de perfusión ex vivo, con la que ha conseguido, por primera vez en el mundo, recuperar y trasplantar con éxito los pulmones de un fallecido por un infarto de corazón. Estos pulmones no solían trasplantarse por los serios daños (como edemas o encharcamientos) sufridos tras la parada cardiaca. Lo habitual es que los pulmones trasplantados sean de personas en muerte cerebral. El pionero sistema restaura y mantiene la función pulmonar fuera del cuerpo humano mediante un circuito que simula "totalmente" sus condiciones para que el órgano funcione correctamente una vez trasplantado.

El procedimiento es aparentemente sencillo, según explicó Javier Moradiellos, adjunto de la unidad de cirugía torácica y coordinador del primer trasplante con esta técnica, realizado el 15 de diciembre, cuyo receptor ya ha sido dado de alta. El pasado 26 de enero se realizó otro. Los pacientes padecían enfisema pulmonar a causa del tabaco.

Una vez llegaron los pulmones al hospital, se introdujeron en una urna de evaluación estéril con un sistema de perfusión, que imita las condiciones del cuerpo humano con 37 grados de temperatura, un líquido similar a la sangre y unos tubos conectados a los bronquios por los que pasan el oxígeno y el dióxido de carbono. Allí, en las mismas condiciones que tendrían los pulmones si estuvieran en el organismo, pasaron ocho horas. En ese periodo, los especialistas valoraron su funcionamiento, revisaron posibles dolencias como edemas o aplastamientos y les inyectaron antibióticos y medicación para disminuir la inflamación y dejar el órgano "prácticamente a la medida" antes del transplante.

19 HORAS FUERA En total, los pulmones estuvieron 22 y 19 horas, respectivamente, respirando fuera del cuerpo humano, según el jefe de cirugía torácica, Andrés Varela, quien estimó que este tiempo se irá reduciendo en un futuro, salvo en el caso de órganos muy dañados.

Cinco hospitales en tres países (Suecia, Canadá e Inglaterra) han utilizado ya esta técnica, pero ha sido para trasplantar pulmones de fallecidos por muerte cerebral. "Ahora se podrá trabajar con pulmones que antes era impensable utilizar, y se podrán aumentar los trasplantes el 25%", aseguró Varela.

Los especialistas madrileños consideraron que en un futuro cercano se puede incluir en esta técnica la terapia génica, es decir, llevar a cabo modificaciones genéticas de los órganos donados fuera del organismo y lograr disminuir los rechazos. "Cuando se abarate" la técnica, en palabras de Moradiellos, se utilizará para todas las intervenciones que requieran un trasplante de pulmón. Incluso, con modificaciones, podría aplicarse a trasplantes de corazón y riñón.