A la tercera, fue asesinado. Juan Carmona, de 25 años, muerto el pasado sábado de un tiro en la cabeza en la plaza de los Carros de Tarragona, había sufrido al menos dos homicidios frustrados en Reus. La primera agresión frustrada tuvo lugar el pasado 14 de agosto, cuando alguien que huyó en una moto de gran cilindrada le disparó sin éxito cerca de su casa. En septiembre, alguien trató de nuevo de acabar con la vida de Carmona a tiros, también en Reus.

Finalmente, el pasado sábado, lo consiguieron en Tarragona ante decenas de personas. Un pistolero que iba de paquete en una moto de gran cilindrada aprovechó un ceda el paso para descerrajar a cara descubierta el cargador entero contra el BMW azul que ocupaba Carmona. El joven, al que hoy se practicará la autopsia, murió en el acto.

El conductor del coche, F. C. M, de 24 años, permanece ingresado en el Hospital Joan XXIII de Tarragona, con un balazo en el tórax. El pronóstico es reservado, aunque no se teme por su vida. La policía seguía buscando ayer al pistolero y al motorista, que huyeron a gran velocidad.

La hipótesis principal es que fue una venganza entre clanes de la droga, según fuentes de la investigación. El ajuste de cuentas arrancaría en enero con la muerte de Angel Córdoba Vargas, de 23 años y gitano. Posteriormente, el 12 de febrero, un gitano de 24 años recibió un tiro en un pulmón y otro en un brazo. La investigación determinó que se equivocaron de víctima, ya que su hermano era uno de los dos jóvenes que el juez dejó libres tras el asesinato de Córdoba. En agosto, Oscar Manuel García Bielsa murió tiroteado.