Ayer volvieron a saltar todas las alarmas en la costa del golfo de México después de que las autoridades locales confirmaran la existencia de otro vertido de crudo no vinculado al desastre del pasado 20 de abril. Tom Atkeson, portavoz de la guardia costera, afirmó que el derrame comenzó el lunes. Durante varias horas se pudo ver grandes cantidades de crudo expulsado a más de seis metros de altura, pero ayer, la mayor parte eran gases, por lo que se supone que la fuga está casi controlada.