El padre del menor que sufrió acoso escolar en el Colegio Suizo de Madrid, Fernando Sacristán, aseguró ayer que espera que la sentencia condenatoria para el colegio "sirva para que los centros apliquen protocolos de actuación y no diluyan sus responsabilidades" ante este tipo de casos.

Así lo aseguró Sacristán en una rueda de prensa en la que se analizó el fallo judicial de la Audiencia Provincial de Madrid que condenó a este colegio privado de Alcobendas a pagar 30.000 euros por daños morales a la familia por el trato de humillación sufrido por su hijo por parte de varios compañeros durante dos años. "Hemos ganado una guerra, me siento eufórico porque en ese colegio pasan cosas muy graves", señaló Sacristán, quien añadió que a su hijo M.S.I. este año los Reyes Magos "le han regalado justicia".

Uno de los abogados encargados del caso, Fernando Gómez, explicó que la cuantía de la sentencia es la "más alta" de España por daños psicológicos derivados del acoso escolar y aseguró que, por tanto, "es un avance en la lucha contra estos problemas, que no deben minimizarse".

La sentencia se basa en los informes del Defensor del Menor y la psicóloga del niño, así como en un vídeo grabado el 26 de junio del 2006 por uno de los alumnos en el propio colegio, en el que se aprecia cómo durante un recreo varios estudiantes se burlan del menor y le golpean con un estuche blando en la cabeza, las piernas y la espalda.

La decisión de la Audiencia contradice la sentencia emitida por el Juzgado de Instrucción número 1 de Alcobendas, que en septiembre pasado absolvió al centro de toda responsabilidad y condenó al demandante a pagar las costas al considerar que el vídeo mostraba un altercado "aislado y puntual".

Ahora, el fallo de la Audiencia Provincial además de exigir al colegio una indemnización de 30.000 euros, requiere al centro que haga frente a las costas del primer juicio y recrimina la actuación del centro y los profesores, al considerar que existe un "nexo causal" entre el daño moral al menor y "la falta de atención, vigilancia y respuesta contundente del colegio".

Por su parte, la psicóloga que trató al menor, Ana María Alvarez, explicó en la comparecencia que el niño ahora se encuentra "perfectamente integrado" en un nuevo centro escolar, "gracias a que se pudo frenar a tiempo la situación". Los abogados de la familia no descartan que el centro presente un recurso de casación ante el Tribunal Supremo.