Tenía 48 años, una mujer, dos hijos. El policía nacional Antonio Adán Serrano falleció ayer en Madrid tras recibir un puñetazo de un delincuente de 21 años. El brutal golpe --que se produjo el sábado en un bar de Móstoles-- hizo caer al agente. que se golpeó la cabeza contra un bordillo de la acera y tuvo que ser operado de un hematoma intracraenal en el hospital de Puerta de Hierro. Allí se mantuvo en coma hasta que ayer falleció a las doce del mediodía, según fuentes policiales.

Serrano, que recibirá la medalla de oro al mérito policial a título póstumo, será enterrado hoy en el cementerio de Móstoles.

El delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Javier Ansuátegui, confirmó que el atacante tiene antecedentes penales por drogas y que además pesa sobre él una orden de búsqueda de un juzgado de Móstoles. Timoteo O. N., de origen guineano y nacionalidad española, continuaba ayer detenido a la espera de ser puesto a disposición judicial.

El suceso se produjo el sábado por la mañana. Serrano y su compañero de patrulla acudieron a un bar de Móstoles para realizar un servicio y detener a un individuo que supuestamente había agredido sexualmente a dos mujeres. Sin embargo, cuando llegaron, el hombre ya había sido detenido por la Policía Local.

Cuando los agentes de la Policía Nacional estaban a punto de irse del bar, apareció Timoteo O. N. y "sin mediar causa alguna" propinó el puñetazo mortal.