Los bares y restaurantes que sirven pescado crudo o poco hecho, ahumado en frío, en salazón o en escabeche, o bien huevas crudas, deberán a partir de ahora congelarlo a -20º C durante al menos 24 horas para destruir el anisakis, un parásito que está creando un problema de salud pública.

La medida, adoptada ayer por Consejo de Ministros, será de obligado cumplimiento en las cocinas de todas las cafeterías, hoteles, hospitales, colegios, residencias, comedores de empresas y empresas de cátering.

La nueva norma obligará también a los establecimientos, a través de carteles o en las cartas de los menús, a poner en conocimiento de sus clientes que los productos de la pesca que van a consumir han sido sometidos a la congelación.

MAS DE 100.000 AFECTADOS Las larvas del anisakis, un parásito que se encuentra exclusivamente en el pescado, pasan activas al aparato digestivo humano al ingerir el pescado crudo o poco cocinado, provocando serias alteraciones digestivas y reacciones alérgicas que, en algunos casos, como las picaduras de abejas y avispas, pueden provocar al muerte si no se tratan con urgencia.

Las cifras oficiales recogen unos 10 casos anuales por hospital, pero un estudio realizado por la Universidad de Santiago, realizado en el 2005, eleva a 100.000 personas la población sensibilizada en España.

La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró que la presencia de este parásito "ha aumentado mucho tanto en España como en Europa", y que el problema es sobre todo importante para España porque está entre los mayores consumidores de pescado del mundo.

UNA CAMPAÑA DE DISTRIBUCION La ministra de Sanidad, Elena Salgado, atribuyó el aumento de los casos al cambio de hábitos alimentarios, ya que ahora se consume el pescado menos cocinado.

Salgado anunció que el Ejecutivo establecerá un Plan Nacional de Control de la Anisakiasis e iniciará el lunes una campaña con la distribución de 100.000 trípticos y 2.500 carteles en locales de restauración y puntos de venta de pescado fresco, tanto comercios minoristas como grandes superficies.

Los materiales inciden en tres consejos básicos: comprar el pescado sin tripas o retirarlas lo más pronto posible, cocinarlo correctamente, porque el calor destruye las larvas, y congelarlo si se consumirá poco hecho, porque este procedimiento elimina igualmente el riesgo.