Los zapatos marrones del Rey se mancharon ayer de chapapote , la mugre de fuel endurecida en la playa. Tras un recorrido aéreo por el litoral afectado por la marea negra, el Monarca visitó las localidades coruñesas de Muxía y Laxe. En la primera, los voluntarios que limpian las costas transmitieron a Juan Carlos sus quejas, que no son pocas: faltan medios, no hay coordinación y sobran palabras. El Rey tomó buena nota.

Con gesto contrariado, se llevó la mano a la cara. El primer contacto con el fuel es visual, pero se resiente el olfato. Hace 16 días que el petróleo huele a muerte y el Monarca no ocultó su pesar.

GRITOS DE IMPOTENCIA

Nada más bajar del coche, Juan Carlos escuchó los gritos de medio centenar de universitarios madrileños. Llegaron hace tres días para trabajar como voluntarios. "A mí el Rey me da igual. Lo que no quiero es que se manipule a los voluntarios. Trabajamos sin medios, sin coordinación, y hoy, porque viene este señor y hay mucho fotógrafo, han repartido unas mascarillas de plástico estupendas cuando llevamos tres días con la misma de papel que apesta a fuel. No hay derecho", se quejó Itziar Salmerón.

En Muxía, apenas 50 paisanos salieron a la calle a aclamar al Rey. Había más periodistas que vecinos. En este pueblo especialmente castigado por los vertidos no están los ánimos para visitas, ni siquiera las reales. "El no tiene la culpa de nada, y como mínimo se ha dignado a venir para estar a nuestro lado", dijo Concepción Lavandeira, viuda de marinero.

Juan Carlos quiso descender a la playa de O Coido. Ni corto ni perezoso, bajó las escalinatas repletas de fuel y se aproximó a hablar con un grupo de voluntarios. Josep Figueres, un voluntario, habló con el Rey.

"Usted que está por encima de los políticos debería hacer algo. Que dejen de pelearse y hagan algo. Muchos voluntarios querrían estar aquí pero faltan medios. No hay trajes, ni máscaras, ni sitio donde dormir. Nadie coordina. Llegué hace 10 días, soy cocinero y ya soy el que más sabe. Intente que venga el Ejército. Ayúdenos porque esto es una catástrofe y lo peor no lo vemos", le dijo.

En la lonja de pescadores, el monarca se reunió con un grupo de patrones, perceberos y políticos de la zona. El alcalde de Noia, Rafael García Guerrero, se quejó al Rey de falta de información. "A mí, ni me descuelgan el teléfono cuando llamo a la Xunta". Juan Carlos se volvió hacia el vicepresidente Rajoy y le dijo, con la cara seria: "Mariano, este señor necesita más información".

Hubo tirón de orejas general. En otro momento, el Rey afirmó: "Esto debe ser como Fuenteovejuna, todos a una. Dejemos a un lado las desavenencias políticas y arrimemos todos el hombro".

EL ENFADO DEL ALCALDE

El alcalde de La Coruña, el socialista Francisco Vázquez, mostró ayer su "profundo disgusto" por el hecho de que la Consejería de Pesca no lo convocara a tiempo para poder asistir a la visita del Rey. Vázquez no recibió notificación de la visita real hasta ayer por la mañana. El alcalde calificó, en otro momento, lo sucedido de "desaire institucional" y de "ofensa injusta e inmerecida" hacia él y hacia la ciudad.

Más información:

La refinería de A Coruña ralentiza la descarga de fuel