La rectificación de la Iglesia católica española y su rechazo del uso del preservativo como medio para prevenir el sida han vuelto a dar relevancia a la epidemia, de consecuencias superiores al reciente maremoto asiático, afirmó ayer en Barcelona la ministra de Sanidad, Elena Salgado. "El sida es como si hubiera un tsunami cada tres semanas por los muertos que provoca", afirmó en Barcelona.

Salgado explicó que la efímera aceptación eclesial del preservativo, producida el pasado martes, había sido acogida "con enorme satisfacción" no sólo entre la sociedad española sino en los países que sufren el sida con máxima intensidad. Todos esos sectores, añadió, se sienten ahora decepcionados.

La ministra destacó que, en esta ocasión, la Conferencia Episcopal Española "ya no ha puesto en duda la eficacia del preservativo" al rechazar su utilización. "Las consideraciones aportadas ahora han sido exclusivamente de carácter moral --añadió Salgado--. La Iglesia intenta orientar a sus fieles pero esa pauta ya no puede sustituir a los argumentos de los científicos y de la Organización Mundial de la Salud".

ARGUMENTO PARTIDISTA En la conversación mantenida el martes entre la ministra y José Antonio Martínez Camino, portavoz episcopal, analizaron varios documentos de la OMS e informes de la revista científica The Lancet sobre la eficacia del preservativo en la lucha antisida.

En opinión de Salgado, la Iglesia española ha entendido la posición del ministerio, pero utiliza sólo los argumentos de la OMS que coinciden con su postulado --el que dice que la abstinencia sexual evita los contagios del VIH-- rechazando su principal conclusión: que el preservativo es el mejor método para impedir la infección de sida.

El ministro de Defensa, José Bono, católico practicante, lamentó el "paso atrás" de la Iglesia sobre el uso del condón y aseguró que esta posición "no está con los tiempos y es más propia del Concilio de Trento". La rectificación de los obispos mereció también las críticas del portavoz del PSC, Miquel Iceta, que tildó de "antihumana" su actitud.

FUNDAMENTOS El arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol, aseguró que la Iglesia "no dice no porque no" al uso del preservativo, sino basándose en "fundamentos antropológicos". El obispo de Ciudad Real, Antonio Algora, aseguró que la polémica sobre el condón en España no es significativa para el resto del mundo.

Las reacciones al cambio de postura de la Iglesia española también se produjeron ayer en Argentina, en donde el ministro de Salud, Ginés González García, lamentó que diera marcha atrás en su declaración de defensa del uso del preservativo como método de prevención porque "el sida no se cura", informa Efe.

Desde la filas del PP, Mariano Rajoy afirmó que la Iglesia tenía "perfecto derecho" a defender sus posiciones, y aclaró que "el gobernante tendrá que tomar decisiones con arreglo a lo que él crea que es el interés general".