En torno a once millones de españoles mayores de 16 años son fumadores, según la última Encuesta de Salud. Más del 60 por ciento, indican diversos estudios, querría dejarlo, con éxito desigual, ya que muy pocos acuden al médico y sólo entre un 5 y un 8 por ciento logra dejar el tabaco sin ayuda. La venta de cajetillas de tabaco ha comenzado a repuntar en marzo, en que se vendieron 373,6 millones de unidades, una cifra que supera en más de un 20 por ciento a las de enero (308,3 millones) y febrero (302,5 millones) y similar a la de diciembre de 2006 (372,9), según el Comisionado para el Mercado de Tabacos.

Las ventas acumuladas en los tres primeros meses (984,5 millones de cajetillas) se mantienen en cifras próximas a las del primer trimestre de 2006 (984,6 millones), que acusó con caídas la entrada en vigor de la Ley antitabaco. El mercado parece tener un comportamiento estacional. En los tres últimos años, 2005, 2006 -con la Ley antitabaco- y 2007 se repite el mismo patrón: en enero y febrero disminuyen las ventas respecto al fin de año y se dan las cifras más bajas, mientras que en marzo empiezan a despegar -con picos entre mayo y septiembre- y se mantienen en niveles bastante más altos hasta diciembre.

Dejar el tabaco, perder peso,... son algunos de los propósitos al comenzar el año, reconocen los expertos, aunque los datos de venta de cigarrillos por sí mismos no sirven para ver el consumo de los españoles, afirma Rodrigo Córdoba, portavoz del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT). "Cerca del 40 por ciento de las ventas va fuera de España -Portugal, Francia y países comunitarios con precios mucho más altos-", dijo a Efe. El dato objetivo -asegura- es que 756.000 españoles dejaron de fumar en 2006 (encuesta del CIS), aunque el impacto en 2007 se espera menor.

18 MILLONES NO FUMAN. La Encuesta de Salud del segundo semestre de 2006 del INE señala que casi un 30 por ciento de la población de más de 16 años (11.142.635 personas) es fumadora (un punto menos que la anterior encuesta, de 2003), según datos provisionales. El 27 por ciento fuma a diario y un 2,9 ocasionalmente. Un 21,1 por ciento se declara ex-fumador y el 48,9 por ciento -18.192.984 personas- nunca ha fumado.

Las encuestas evidencian una tendencia al descenso -señala Riesco- pero no recogen la población menor de 16 años y la edad de inicio está en los 12. La opinión generalizada es que la Ley tuvo un impacto importante en los primeros meses y hay un alto grado de cumplimiento en los centros laborales, pero no en hostelería y locales de ocio. Además hay que incidir en los jóvenes, coinciden, y la forma eficaz es subir los precios y regular la aparición de imágenes en el cine, el teatro o la moda. "Las campañas no funcionan entre los menores -señala Córdoba-, las tabaqueras se ofrecen incluso a financiarlas. La educación no evita el ansia de experimentar. Lo que funciona es tocar el bolsillo".