La Academia de Hollywood ha vuelto a demostrar su aptitud para los juegos malabares. Tras el anuncio ayer de las nominaciones a los Oscar, la épica parte numérica y quinielísticamente como favorita, pero en algunas de las categorías principales los 5.803 miembros de la Academia han dejado abundante espacio a películas de las mal llamadas pequeñas. Estudiar la categoría de guión original, por ejemplo, es ratificar la crisis de ideas que sufren los grandes estudios de Hollywood y mirar a los actores nominados en las cuatro categorías de interpretación lanza a muchos integrantes del star system un mensaje sobre su trabajo y el riesgo. Este año, más que nunca, los Oscar se parecen a los Independent Spirit Awards.

De momento todos los ojos están puestos, gracias a 11 nominaciones, en El señor de los anillos: el retorno del rey , la tercera entrega de la mastodóntica trilogía dirigida por Peter Jackson. Son dos menos que las que consiguió en el 2002 con La comunidad del anillo , pero entonces la película se marchó con cuatro estatuillas. El año pasado, con Las dos torres , las nominaciones bajaron a seis.

HOMENAJE Soldados de Salamina , de David Trueba, no ha logrado situarse entre los cinco finalistas al mejor filme en lengua extranjera. En cambio, Balseros , de Carles Bosch y Josep Maria Domenech, luchará por el Oscar al mejor documental.

Sólo dos veces en los últimos 20 años la película más nominada no se ha llevado el Oscar a mejor director, y una fue precisamente en el 2002. Pero este año la Academia parece decidida a convertir el 29 de febrero la gala de los Oscar en un homenaje al proyecto y a su director.

La competencia más seria para la favorita es Master and commander , que ha logrado 10 candidaturas. Pero la lista está llena de sorpresas, y agradables a juzgar por los aplausos de muchos de los 400 periodistas y publicistas que escucharon en Los Angeles a las cinco y media de la mañana las nominaciones de boca de la actriz Sigourney Weaver y el presidente de la Academia, Frank Pierson.

Sofia Coppola puede convertirse en la primera realizadora estadounidense en ganar el Oscar con Lost in translation , nominada también para película, guión original y mejor actor (Bill Murray). La productora Miramax se sacó la espina del olvido de Cold mountain en los apartados de película, director y guión convirtiendo en un extraño fenómeno la brasileña Ciudad de Dios , cuatro veces nominada.

Fernando Meirelles, director de la cinta premiada en los Globos de Oro del año pasado, compite con Weir, Jackson, Coppola y Clint Eastwood, que suma seis candidaturas para Mystic river , incluyendo la cuarta --y quizá definitiva-- para Sean Penn.