El río Ambroz nace en la Sierra de Béjar, muy cerca del pico El Pinajarro (2.102 metros cota máxima de la comarca) y se desliza junto a sus afluentes hacia el suroeste por los términos de Hervás, La Garganta, Baños de Montemayor (donde forma el embalse de Baños), Aldeanueva del Camino, Abadía y La Granja para rendir tributo al Alagón ya en Tierras de Granadilla (Zarza y Guijo de Granadilla).

En la margen izquierda se abre hacia el sur la gran muralla orográfica de Montes de Tras la Sierra, cuyas cumbres delimitan el vecino Valle del Jerte, y sus laderas aparecen salpicadas de pueblecitos serranos: Gargantilla, Segura de Toro, Casas del Monte, Jarilla, Cabezabellosa, Villar de Plasencia y Oliva de Plasencia, hasta las inmediaciones de la histórica ciudad placentina.

Las cumbres de la vertiente derecha, Sierras de El Cerro y Lagunilla, se deslizan hacia el oeste hasta conectar con Las Hurdes y La Peña de Francia.

Entre ambas serranías el denso paisaje montaraz da inmediatamente paso a una extensa llanura de dehesas (integradas por alcornoques, encinas y fresnos), praderas de pasto (vacuno especialmente) y cultivos de regadío (mayormente forrajeros).

La vegetación natural resulta exuberante en las áreas más agrestes, inmensos bosques de robles y castaños cubren las laderas, acompañados de un muestrario botánico espectacular (helechos, peonías, ruscos, prímulas), mientras que los regatos aparecen permanentemente jalonados de alisos, fresnos, arces, chopos, saúcos y acebos.

Entre las rarezas botánicas es preciso destacar enclaves muy localizados con tejos, abedules, avellanos, serbales de cazadores y piornos, estos últimos exclusivos de altitudes superiores a los 1.500 metros.

Las comunidades zoológicas que encuentran refugio en esta selva mediterránea son las más representativas del medio forestal montano y se componen de una biodiversa fauna invertebrada, que soporta a un no menos interesante grupo de vertebrados silvestres, muchos de los cuales son exclusivos de los biotopos altimontanos, como el roquero rojo, pájaro muy bello que vive sobre las rocas a partir de los 1.000 metros, el mirlo acuático, asociado a los torrentes cristalinos donde se sumerge para encontrar las larvas que constituyen su dieta, similar a la del desmán de los Pirineos, extraordinario y raro mamífero acuático insectívoro, emparentado con el topo, del que existen citas muy escasas en la zona.

La Sierra de Lagunilla alberga una de las poblaciones de lince ibérico más importantes de toda su área geográfica, constituyendo un enclave de vital importancia para su comprometida supervivencia. También alberga un destacado contingente de buitre negro y otras rapaces amenazadas. Las magníficas dehesas del Ambroz acogen, entre otras muchas especies, a una población invernante de grullas, que ubican sus áreas de descanso y dormidero en el embalse de Gabriel y Galán.

PROBLEMATICA AMBIENTAL

Las grandes obras de infraestructura han irrumpido en Valle del Ambroz provocando graves e irreversibles alteraciones en el paisaje. Primero fue la puesta en regadío de varios miles de hectáreas en Abadía, La Granja y Zarza de Granadilla, provocando la construcción del embalse de Baños, un gran canal de cabecera, caminos y pistas y la total deforestación de las tierras afectadas por el riego. Todo ello se ha traducido en la perdida de hábitats para especies vegetales y animales que han visto mermar sus efectivos.

Recientemente las obras de la Autovía de la Plata (N-630) han seccionado buena parte de la pendiente derecha del valle, con fuertes movimientos de tierra, el consiguiente impacto estético- visual y efecto barrera para la fauna, a pesar de las medidas correctoras de integración paisajística aplicadas.