Los municipios zaragozanos que limitan con la provincia de Navarra empezaron a notar ayer la crecida del Ebro, que mañana llegará a la capital aragonesa con un caudal que oscilará entre los 1.500 y los 1.700 metros cúbicos por segundo. Estas son las previsiones de la Confederación Hidrográfica del Ebro, que estima que la nueva avenida ordinaria será similar a la registrada en junio del 2008, con algunas "puntas largas".

La crecida de hace seis meses obligó a los organizadores de la Expo a presentar un acto de inauguración alternativo puesto que la zona dispuesta en el curso del río estaba cubierta de agua. El Gobierno de Aragón, además, ha activado la fase de preemergencia del Plan Especial de Protección Civil de Emergencias ante Inundaciones.

Tampoco tranquilizan los ánimos en zonas del País Vasco. Como en Alava, donde los vecinos de Astegieta, Guevara, Trespuentes, Margarita, Amarita, Villota y Mendoza temían ayer que las calles vuelvan a llenarse de agua del Zadorra, afluente del Ebro. Las lluvias de los últimos días han dejado todos los embalses a rebosar.