En 1999, Canal+ se inventó Zap... zap... zapin , programa que cumplía las tres b básicas del negocio audiovisual: bonito, barato y baladí. La idea era tan simple como efectiva: recopilar las imágenes más curiosas e insólitas que cazaban del resto de las cadenas y emitirlas una tras otra, sin añadido ni adimento. El éxito del planteamien-to para llenar horas a un coste cero dio lugar a una proliferación de shows del zapeo que ha llevado a un auténtico canibalismo entre cadenas. La batidora (A-3), Visto y no visto (Tele 5), Pecado original (Tele 5) y El informal (Tele 5) son algunos. El invento tiene éxito, porque se ofrecen a ritmo frenético un cajón de sastre de imágenes que van del fallo de un periodista pasando por salvajadas del tipo sorber una lombriz por la nariz, o unirse las dos nalgas con un piercing. Hipnotiza el ver las muchas burradas y tonterías que se emiten. Y extraña que aún no haya un canal temático con 24 horas de estas delicatessen.