Por si no tenía bastante con Irak, Afganistán e incontables problemas caseros, Tony Blair debe hacer frente de golpe a una crisis diplomática con la India. Y el origen de las tensiones entre Londres y Nueva Delhi no es otro que el programa Gran Hermano.

La quinta y última edición de Celebrity Big Brother, la versión vip, que la cadena Channel Four emite en estos momentos, ha degenerado en acusaciones de racismo, alcanzando a los principales tenores de la política británica y al Parlamento.

La supuesta víctima de los incidentes, que dañan la reputación del Reino Unido, es la actriz india Shilpa Shetty, de 31 años, una verdadera estrella en su país. La bellísima reina de Bollywood, una de las participantes del espectáculo, está siendo objeto de burlas y comentarios ofensivos por parte de tres de sus compañeras.

EL TRIO DE ENEMIGAS

El trío que está poniendo, sin saberlo, al país en evidencia, no tiene desperdicio. Jade Goody, era una ayudante de dentista, hasta que se hizo famosa por su ignorancia en otra versión del concurso. Danielle Lloyd, es una antigua Miss Gran Bretaña. Jo O´Meara fue en su día cantante pop. Desde hace casi dos semanas que comenzó el reality, las tres la han tomado con Shetty.

Los primeros comentarios desdeñosos los hizo la madre de Goody, en la apertura del show, asegurando que no podía pronunciar el nombre de la actriz, a la que comenzó a llamar "la india" o "la princesa", porque, según ella, se daba muchos aires. Desde entonces las cosas han ido de mal en peor. Dentro de la casa, filmada día y noche, se ha creado una pequeña banda, con las tres inglesas y el novio de una de ellas, que solo saben quejarse y burlarse de Shetty, imitando su acento.

Entre otras cosas, la han acusado de haber cocinado demasiado un pollo, lo que supuestamente les hizo enfermar. También han criticado que la actriz tocara la comida de los demás con las manos. "Cualquiera sabe donde habrán estado esas manos", declaró la antigua miss, quien más tarde la llamó "perra". La actitud de las inglesas fue vista en un primer momento como pura envidia. Pero esta semana las cosas han cambiado de cariz y la acusación es de racismo. Hasta el momento van unas 20.000 quejas de telespectadores descontentos con el tratamiento que recibe la joven.