José Andrés llegó a TVE para sustituir a Karlos Arguiñano con Vamos a cocinar y ha dejado el pabellón bien alto. El discípulo de Ferran Adri , considerado como el divulgador por excelencia de la tapa en Washington --lugar donde reside--, ha hecho de su espacio televisivo un punto de encuentro para toda la familia.

--¿Cómo va a parar un cocinero de éxito a la televisión?

--Se presentó la oportunidad, como se presentan otras en la vida. Lo consulté con la familia y los amigos cercanos, muchos de ellos cocineros, como Ferran Adri , y le dimos vueltas a si se podía hacer un programa diferente. Y llegamos a la conclusión de que sí era posible. También pensé que tenía mucho que ganar y nada que perder.

--¿Qué necesita un restaurador para ponerse delante de la cámara?

--Hay que intentar hablar como si lo hicieras directamente con cada persona que te está viendo, y ser muy consciente de ello. Intento dialogar con la audiencia. Por eso, a veces les pregunto su opinión. Me gusta pensar que la gente está ahí: eso le da sentido a lo que hago.

--¿Por qué no hay cadenas sin programa gastronómico?

--Primero, porque la historia de la humanidad no se podría explicar sin la gastronomía. Eso es así de radical. Además, en momentos de hambre, la cocina no se desarrolla tanto como cuando hay progreso. En periodos de paz, te puedes dedicar al máximo placer de cocinar. En España llevamos unos años buenos y eso se refleja en la restauración.

--¿Qué es más complicado: dirigir restaurantes en Washington o hacer un espacio en la tele?

--Son cosas diferentes. En Washington, cuando abres un restaurante no piensas tanto en la competencia, sino en hacerlo bien, que es lo que hace que el público venga. En la tele es otra cosa. Impongo más control en mis restaurantes de EEUU que en mi programa en España.

--¿Qué tal su aventura televisiva?

--Lo que me sabe mal es este rollo del share , que es una manera de engañar a la gente, porque parece que estamos creando una sociedad en la que las minorías no cuentan. Eso está muy mal reflejado en la televisión. Si un programa tiene un 10% de cuota, que es más de un millón de personas, esa gente no cuenta. Parece que tenemos que ser como ganado y que a todos nos guste lo mismo, al cien por cien. Espero que eso cambie con las nuevas cadenas.

--Su vida debe ser agitada...--He llevado casi tres vidas a la vez, y eso solo lo puedo hacer teniendo una familia que me sustenta. Es duro, pero lo mejor de todo es lo mucho que mi mujer y yo nos queremos y lo bien que llevamos nuestra relación. Me gustaría dedicarle más tiempo a España, porque tengo muchas peticiones de hacer cosas sencillas, como visitar un hospital. Hasta ahora ha sido todo un poco loco, pero he aprendido a organizarme.--¿Vamos a cocinar tiene fecha de caducidad?--Eso es una lógica por sí misma. Cuando vea que no podemos producir más a nivel creativo será el momento de descansar. Nunca hago las cosas pensando que durarán una eternidad.

--¿ tiene fecha de caducidad?

--Está preparando un espacio para la tele pública de EEUU...