Durante 20 meses se han hecho la vida imposible. Se han insultado, han robado o roto las pertenencias del otro, se han pegado y tirado de los pelos, se han traicionado, pero también se han besado y han hecho el amor, no solo entre ellos mismos, sino también con las prostitutas que hacían venir a su casa. Y todo eso delante de las cámaras que les seguían las 24 horas al día. Veinte meses de polémica televisiva tocan a su fin. La jaula de oro , el reality más duro, largo y criticado de la historia de la televisión holandesa, bajará el telón la próxima semana, cuando el ganador se llevará unos 1,7 millones de euros y una experiencia que los psicólogos no dudan ya en calificar de "traumática".

De gouden Kooi (La jaula de oro, en holandés), emitida por la cadena privada RTL5, es la versión más extrema de Gran hermano . John de Mol y sus colaboradores de Endemol, la fábrica holandesa de donde han salido numerosos reality shows , ya tuvieron en 1997 la idea de encerrar a 10 concursantes en un lujoso chalet durante un año. Al final desistieron porque, según el propio De Mol en aquel momento, "podríamos quedarnos tras un año con 10 personas enfermas". Finalmente, optaron por una versión más light de tres meses: nació así Gran hermano .

Nueve años después, John de Mol recuperó la idea original cuando lanzó en el año 2006 su propio canal de televisión (Talpa), que fracasó. El 23 de septiembre del 2006 se encerraron 10 personajes en un chalet, especialmente construido para el programa y con un valor de dos millones de euros. Todos pagaron 10.000 euros de inscripción, aunque en la casa se podían sentir millonarios: tenían una cuenta bancaria con seis millones de euros (1.000 millones de pesetas), que podían ir gastando con los puntos que ganaban.

No había nominaciones, ni expulsiones semanales: el que más tiempo resistiera las maldades de los otros y fuera el último en la casa, ganaba un millón de euros y mil euros por cada día de encierro. Así, el reality show podría durar años. Cinco posibles millonarios han aguantado hasta ahora, pero solo uno se llevará el botín. Aunque todos, ganador y perdedores, tardarán en recuperarse tras mostrar en pantalla lo peor de sí mismo. Nadie ha quedado indiferente y el Parlamento ha debatido si se podía prohibir por lo pervertido de su contenido.

Al final, ha sido la propio productora la que ha decidido abrir la jaula el 22 de mayo, tras una semifinal emitida ayer, ante el temor del descenso de audiencias en verano, que ahora rondan los 350.000 espectadores, (9,5% de share ).