Cuando en mayo José Antonio Sánchez dejó la dirección general de RTVE, ya había gastado el 89,1% del presupuesto de producción de programas de TVE, es decir, 109,9 millones de euros (18.286 millones de pesetas). Así, el directivo nombrado por el PP ha dejado para los ocho meses que restan de año 13,5 millones de euros (2.246 millones de pesetas).

Carmen Caffarel, actual directora general del ente, calificó de "lamentable" la herencia y consideró que eso crea una situación "preocupante". Según explicó ayer en el Congreso, sólo le dejaron un estoc de tres filmes para estrenar. "Me he encontrado tan atadas las manos que, así como cualquier cadena hace una previsión para tener 30 programas nuevos para 30 noches, yo sólo dispongo de 10", denunció.

Ante las críticas de la diputada del PP Soraya Sáenz, que tildó de "caza de brujas" los cambios de directivos efectuados, Caffarel dijo que había sustituido al 22% del personal directivo, mucho menos que los cambiados en su momento por los responsables del ente nombrados por el expresidente del Gobierno José María Aznar.