La seguridad en el transporte escolar ha sido una constante en los últimos años. En septiembre del 2001 entró en vigor un decreto a nivel nacional mediante el que se introdujeron una serie de mejoras que se han ido aplicando paulatinamente. Algunas de las más importantes se ponen en marcha este curso, como son el establecimiento de un máximo de edad para los autobuses escolares y la presencia obligatoria de acompañante.

La reducción de la vida útil de los autocares, que pasa de los 18 a los 16 años, no ha supuesto ningún problema en Extremadura, al contrario que en otras regiones en donde este año se tendrá que renovar una parte importante de la flota, lo que supondrá un importante desembolso económico.

El pasado curso, la Consejería de Educación, Ciencia y Tecnología y la Asociación Regional de Transporte Escolar de Extremadura (Artex) firmaron un acuerdo a fin de garantizar la estabilidad del servicio. Los contratos firmados por la Administración autonómica son ahora por un periodo de cuatro años, prorrogables a dos más, lo que ha permitido la renovación de la flota y la inversión empresarial.

Además, el presupuesto de la consejería destinado al transporte ha crecido más del doble en los últimos cuatro años, pasando de 6,1 millones de euros en el 2000 a los 14 millones programados para el 2004.

Rutas y alumnos

Todo ello ha contribuido, según el presidente de la asociación extremeña de transporte, Juan Antonio Masa, a que "no surja ningún problema para empezar el curso", como sí está ocurriendo en otras comunidades, y asegura que la mayor parte de la flota ya se ha renovado. En total, los autobuses escolares realizan cerca de 570 rutas en la comunidad extremeña y transportan a casi 15.000 alumnos.

Por otra parte, el secretario general de Educación, Angel Benito, anunció ayer la puesta en marcha de la figura del acompañante, que este curso se instaura de manera obligatoria en todo el país. El acompañante es necesario en los casos en los que los viajeros sean alumnos de educación especial y en aquellos autobuses en los que al menos la mitad de los viajeros sean menores de 12 años.

La finalidad es que esta persona se encargue de comprobar que haya un solo ocupante por asiento y que nadie vaya de pie, además de impedir que nunca viajen más niños que plazas tiene el vehículo y que no se moleste al conductor durante el trayecto.

Control y atención

Deberá prestar especial atención durante la subida y bajada de los menores del vehículo y asegurarse de que los niños cruzan sin peligro. Además, tiene que comprobar con una lista si falta algún alumno y comunicarlo al centro escolar, atender a cualquier niño que se encuentre indispuesto y, si hay alguna incidencia, elaborar un parte de comunicación.

En cuanto a los elementos de seguridad, el acompañante tiene que conocer los mecanismos de seguridad del vehículo, la ubicación del botiquín, la situación y utilización del martillo rompecristales y las ventanas de socorro o emergencia y el manejo del extintor.