"Me llamo Vanessa Vázquez y tengo 21 años. Soy uno de los dos jóvenes que quedan en Robledo. Hay también cuatro niños. El pueblo tiene 75 habitantes y he decidido quedarme a vivir aquí. Mi hermana pequeña se ha ido a Madrid, pero a mí me gusta esto. Es muy bonito... Bueno, era.

En Robledo hay varios burros, pero sólo una burra, la mía, Catalina. El día del incendio estuvo a punto de morir abrasada, pero los bomberos llegaron a tiempo, abrieron la puerta de su cuadra y pudo escaparse.

Yo estaba en Caminomorisco, donde vive mi novio y tengo algún trabajo. Los bomberos llegaron comentando la hazaña de una burra de Robledo a la que habían salvado de las llamas. Era Catalina. Se ha hecho famosa en la comarca porque el día del incendio no se separó de los bomberos buscando su protección. Si ellos iban a coger una manguera, Catalina los seguía. Si ellos se retiraban, ella también".