Decidido a presentar la guerra contra Sadam Husein como la medicina que ha curado a Irak de sus males, el presidente de EEUU, George Bush, ignoró ayer por completo el caos, la anarquía y los saqueos que asolan Bagdad y las principales ciudades iraquís, y se volcó en alabar la liberación del oprimido pueblo iraquí.

"La gente celebra la llegada de la libertad en todo Irak, y América la celebra con ellos", dijo el presidente en su discurso radiado de los sábados. "La pesadilla del régimen de Sadam está concluyendo y pronto el pueblo de Irak será libre de elegir a líderes que respeten sus derechos", aseguró.

Bush advirtió de que aún pueden quedar "combates duros" para las fuerzas estadounidenses. Pero las acciones armadas de envergadura parecen haber llegado a su fin. El vicealmirante Timothy Keating anunció ayer desde el golfo Pérsico que dos de los tres portaviones con sus grupos de escolta regresarán pronto a sus bases. EEUU tiene desplegados cinco portaviones.

"Estamos ansiosos de mandar a estos chicos a casa tan pronto como sea posible", declaró Keating, jefe de las fuerzas navales en el conflicto.

EL REGRESO

El primero de los portaviones que pondrá proa a su base en Yokosuka (Japón) será el Kitty Hawk , seguido del USS Constellation , con base en San Diego (California). El tercero que se encuentra en el Pérsico, el Nimitz , acaba de llegar para reemplazar al Abraham Lincoln , que ya se ha puesto en marcha hacia Washington.

Además, el Harry S. Truman , y el Theodore Roosevelt , desplegados en el Mediterráneo oriental, podrían volver pronto a sus bases. Estos cinco portaviones han participado en las operaciones contra Irak desde el inicio de la guerra, y desde sus buques y submarinos de escolta se han disparado más de 800 misiles contra blancos iraquís.