Las cotizaciones de los extremeños sólo cubren en la actualidad el 85% del gasto regional en pensiones. Un dato que se incrementará a corto plazo. El déficit del sistema extremeño de pensiones se triplicará de aquí al 2015, según un informe realizado por Alfonso Utrilla, profesor de Hacienda Pública de la Universidad Complutense, y Yolanda Ubago, experta de Quasar Consultores, para el Instituto de Estudios Fiscales. El análisis revela que en este momento hay en Extremadura un desequilibrio entre cotizaciones sociales y gasto en pensiones que provocará este año un déficit de 206 millones de euros.

A partir de ahí, y haciendo proyecciones sobre población, nivel de empleo y envejecimiento, el estudio apunta a que en el 2010 este déficit alcanzará los 381 millones, y llegará a los 666 millones un lustro después.

Según el informe, este año la Seguridad Social recaudará en la región 1.215 millones en concepto de cotizaciones, que llegarán a 1.875 millones en el 2015. Sin embargo, ese incremento de recaudación del 70% no bastará para compensar la mayor demanda de pensiones, que pasarán de 1.421 millones a 2.542 millones (una subida del 98%), en el mismo periodo.

Esta situación viene dada porque la previsión es que la población total extremeña disminuya ligeramente en los próximos diez años, mientras que el porcentaje de personas mayores de 64 años pasará del 19,1% al 22,5%. Eso supone que se deteriorará más la ratio de cotizantes sobre pensionistas.

PROBLEMA COMUN Este déficit no será exclusivo de Extremadura. La situación es generalizada y afectará negativamente a todo el sistema actual de la Seguridad Social. Así, el estudio indica que hoy día el sistema nacional tiene un superávit de casi 7.250 millones de euros, lo que supone que los recursos captados por cotizaciones son un 10,5% superiores a las pensiones que se pagan.

Sin embargo, la evolución de la población invertirá en poco tiempo este panorama. De este modo, en el 2010 las cuentas saldrán por muy poco margen, ya que el superávit será de apenas el 1,2%, esto es, 1.214 millones. Cinco años después, la tendencia ya se habrá manifestado de forma clara: la Seguridad Social entrará en déficit, con un desequilibrio de 14.000 millones, lo que supone que las cotizaciones sólo llegarán para afrontar el 90% del gasto en pensiones.

El análisis pone en evidencia que las pretensiones de romper la caja única no resolvería la situación. "La existencia de una caja única permite diversificar el riesgo de una evolución demográfica y económica territorialmente diferenciada".

Este trasvase de recursos entre territorios, que puede mover a que algunas regiones pidan que se paguen pensiones en función de las cotizaciones de cada zona, tiene un recorrido muy corto, ya que los autores del informe ya apuntan que el sistema es sostenible hasta el 2015, y "a partir de ese año, el impacto del envejecimiento de la población provocaría un déficit del sistema" prácticamente generalizado.