El deseo imperioso de tener casa propia ha echado a los extremeños en brazos de los bancos, de manera que el nivel de endeudamiento ha llegado a un extremo en el que no hay espacio para el ahorro, como pone de manifiesto una encuesta realizada por la Unión de Consumidores de Extremadura (UCEx) que apunta a que un 38% no ahorra ni un solo euro al cabo del año.

Este sondeo va más allá, y evidencia que el 41% de los extremeños tiene pedido algún tipo de crédito. Pero la carga no se reparte igual para todos, puesto que la población menor de 25 años, más de una quinta parte de los extremeños, aún se ha endeudado muy poco, y los mayores de 64 años no han entrado en el boom del recurso al préstamo. De este modo, la mitad de los habitantes de Extremadura, cuyas edades están entre 25 y 64 años, son los que de verdad se las tienen que ver con los recibos mensuales del banco.

En cuanto al tipo de préstamo, casi el 70% tienen un crédito hipotecario, y han pedido a los bancos una media de 59.000 euros. Otro 19% sólo paga un crédito personal, a un plazo mucho menor, y con una media de 12.000 euros por préstamo. Finalmente, el 5% soporta sobre su economía ambos créditos.

Con la soga al cuello

Con este panorama no es extraño que el 60% de los extremeños, según cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), confiesa que, con su sueldo, llega a duras penas a final de mes, mientras que sólo el 19% van holgados.

Estas cifras son sensiblemente peores que la media española, donde el porcentaje de familias que llegan apuradas a fin de mes es del 50%.

El INE también se ha fijado en el tema del ahorro, y su conclusión es similar a la de la UCEx, de manera que un 72% de las familias de la región están en la situación de que, o no ahorran nada, o lo que ahorran son cantidades muy pequeñas, registro que supera en doce puntos la media nacional.

Sin embargo, aquí se da una paradoja, y es que, pese a no poder ahorrar y estar atados por los créditos, el 53% de los extremeños piensan que este es el momento adecuado para hacer compras importantes --no se concreta si pidiendo más préstamos-- y sólo el 47% cree que hay que aplazar dichas compras, con lo que en optimismo la región supera de largo la media española, que se queda ocho puntos por debajo.

A pesar a esa percepción, la realidad y los fríos datos mandan. De los 4.800 euros que se gasta al año cada extremeño, 1.212, es decir, una cuarta parte, tienen que ser destinados a la vivienda, que ya desplaza en esta lista a la alimentación, donde se gastan 1.118 euros.

Por comparar, gastos como salud u ocio y cultura apenas cuentan con cien euros en el primer caso y 200 en el segundo, y la enseñanza más atrás aún, con apenas 34 euros.

De hecho, el gasto en vivienda es el único que crece por encima del gasto total en los últimos tres años.