El presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, sufrió ayer un infarto agudo de miocardio unas tres horas de iniciarse en Madrid el Debate sobre el Estado de las Autonomías en el Senado. El presidente extremeño fue intervenido en el Hospital Clínico San Carlos, donde permanecerá ingresado cuatro y cinco días.

Ibarra había ingresado a las ocho de la mañana en las instalaciones hospitalarias aquejado de un dolor en el pecho. La noche anterior ya se había sentido algo indispuesto durante la cena que el dirigente extremeño mantuvo con miembros de la ejecutiva socialista en la sede del PSOE en Madrid y en la que estuvo presente el presidente catalán, Pasqual Maragall, con quien se preveía una tensa jornada de debate por sus diferencias sobre el modelo de financiación. Tras conocer la noticia, Maragall fue de los primeros en llegar al Clínico San Carlos para conocer el estado y la evolución de su homólogo en Extremadura.

ATENDIDO EN EL HOTEL Ibarra empezó a encontrarse mal en torno a las 6.30 de la mañana. Ante la evolución de la dolencia, la delegación extremeña que preveía asistir al debate decidió avisar al Servicio de Urgencias Médicas de la Comunidad de Madrid (SUMMA), que se desplazó hasta el hotel en el que se encontraba alojado el presidente de la Junta. Los profesionales sanitarios que le atendieron optaron por trasladarle a un hospital para no correr riesgos. Ibarra ingresó en torno a las 8.20 horas con un infarto de menos de dos horas de evolución.

Minutos después todos los boletines radiofónicos daban la noticia. Ibarra no asistiría al debate en la Cámara Alta aunque mostraba claros síntomas de recuperación y se encontraba consciente. Durante los primeros momentos, y hasta la llegada de su mujer, Leonor Godoy, Rodríguez Ibarra estuvo acompañado por el vicepresidente, Ignacio Sánchez Amor, y tres de sus consejeros que se habían desplazado a Madrid para estar presente en la Cámara Alta: Dolores Pallero, Manuel Amigo y José Martín. Nada más conocer la noticia, el responsable de la sanidad extremeña, Guillermo Fernández Vara, voló desde Badajoz a la capital madrileña.

Rodríguez Ibarra, que había viajado a Madrid para participar en el Debate sobre el Estado de las Autonomías que comenzó ayer y durará hasta mañana, "podría ser dado de alta en unos cuatro o cinco días", en función de su evolución, según señalaba a mediodía el director del Instituto Cardiovascular del Clínico de San Carlos, Carlos Macaya.

El médico explicó que al presidente extremeño se le había realizado un cataterismo cardiaco que evidenció una lesión única en la arteria coronaria derecha. Como consecuencia, se le realizó también una angioplastia con implantación de un stent , con lo cual se le restableció totalmente el flujo coronario.

30 MINUTOS DE OPERACION Macaya señaló que se trató de una "intervención menor en torno a 30 minutos con anestesia local". El facultativo también precisó que en unos 4 ó 5 días el presidente extremeño será dado de alta si la evolución sigue siendo favorable como en la actualidad. Puntualizó que después del alta médica deberá guardar una convalecencia de dos o tres semanas, que es lo habitual en un infarto "sin complicaciones".

El especialista indicó que se trata de la "primera manifestación clínica de esta dolencia" en el dirigente extremeño y que es un "varón en edad de riesgo coronario", pero que "ha tenido la buena suerte de que fue intervenido a tiempo".

Macaya explicó que el presidente extremeño permanecerá dos o tres días en la Unidad Coronaria y otros dos o tres días más en otra habitación del hospital. Posteriormente, y si su evolución es correcta, obtendrá el alta médica y deberá permanecer en reposo en su domicilio. En definitiva, podrá incorporarse a su trabajo habitual en un plazo de un mes, en función del ritmo de recuperación.

El doctor indicó que era la "primera manifestación clínica de esta dolencia" en el dirigente y que es "un varón en edad prevalente de riesgo coronoario", pero que tuvo "la suerte de ser intervenido a tiempo". El facultativo explicó que hasta la llega al hospital estuvo en serio riesgo, pero que una vez en el centro médico los riesgos "fueron menores". En cuanto a las secuelas, el doctor señaló que el corazón de Ibarra "quedará dañado", lo que obligará al presidente "controlar el colesterol y evitar el tabaco".