El presupuesto extremeño prevé caídas en todos los impuestos que gravan el consumo, excepto en los que gravan las bebidas alcohólicas (apenas bajan en 700.000 euros) y en el del tabaco, que sube en 6 millones de euros, un 9%.

Así, la recaudación por transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados cae un 27,5% y la del IVA un 17,7%. Estas bajadas fueron atribuidas por el consejero de Administración Pública y Hacienda, Angel Franco, a la caída del consumo por la crisis.

Franco también explicó que el mantenimiento o incluso incremento de la recaudación en impuestos sobre alcohol y tabaco se debe a que está comprobado que en épocas de crisis la gente bebe y fuma más.