El presidente de la patronal de grandes constructoras, David Taguas, cifró ayer en "como mucho" 300.000 unidades el stock de viviendas terminadas sin vender en manos de promotores y los bancos, la mitad de los alrededor de 650.000 pisos que, según sus datos, actualmente no encuentran comprador.

Taguas redujo de esta forma las estimaciones sobre la dimensión de la bolsa de pisos terminados sin vender realizadas por otros agentes del sector y que, en algunos casos, se eleva hasta un millón de unidades. El exdirector de la Oficina Económica de Presidencia del Gobierno indicó que "lo preocupante" son los pisos en manos de promotores y bancos, y llamó al sector a "no exagerar las cosas" como mejor forma de buscar una solución.

En este sentido, rechazó que el Estado tenga que comprar estos inmuebles a los promotores, pero apuntó a la posibilidad de abordar algún plan que podría dar salida a unos 100.000 pisos, un tercio del total. En su intervención en Entorno Aragonex , encuentro informativo organizado por Aragón Exterior, mostró su confianza en que el nuevo ministro de Fomento, José Blanco, muestre la "máxima receptividad" al plan de inversión extraordinaria en infraestructuras propuesto por la patronal de la construcción.

El plan, ideado como política anticíclica contra la crisis, pasa por una inversión adicional equivalente a alrededor del 1% del PIB (unos 11.000 millones de euros) que, cuando el mercado financiero se recupere, cuente con colaboración de la iniciativa privada. El proyecto no requiere esfuerzo presupuestario dado que su financiación se afrontaría en ejercicios posteriores.