Los trujillanos se echaron a la calle para acompañar a sus Majestades por las calles de la ciudad, mientras disfrutaban del colorido y la alegría que desprendían las siete carrozas y todo el séquito que rodeaba a los Reyes Magos. Motivos basados en los personajes de Mary Poppins o Heidi fueron los elegidos por algunas de las carrozas, entre otros, y desde las que se lanzaron cientos de kilos de caramelos. Aunque sin duda, lo que contribuyó a poner calor a la noche fue el espectáculo con percusionistas que estuvo acompañado por un grupo de musas mitológicas. Las acrobacias, la animación y los fuegos artificiales tampoco faltaron a la llegada a la plaza Mayor donde los Reyes adoraron al Niño, amenizados por los cantos de las agrupaciones locales.