Los resultados de las europeas han dado un respiro general a los partidos vascos en su andadura hacia los próximos comicios autonómicos, previstos para dentro de un año. El PNV consolida su liderazgo con el plan Ibarretxe como bandera; el PSE afianza su posición como segunda fuerza y Batasuna y sus afines resisten la ilegalización.

La satisfacción expresada por Josu Jon Imaz la noche del domingo tenía motivos. El PNV obtuvo un resultado más que notable en relación a sus dos socios en Galeusca (CiU y BNG) y consiguió su mejor porcentaje en unas europeas, e Imaz reafirmó su liderazgo en el partido.

Esto permitirá a los peneuvistas afrontar el debate del plan Ibarretxe con un margen de apoyo contrastado. Además, podrán encarar las autonómicas renovando su apuesta por la alianza con EA.

Los socialistas vascos han visto recompensada su política de progresivo alejamiento del PP. El secretario general, Patxi López, ha satisfecho su aspiración de convertir el PSE en alternativa de Gobierno.

Los aberzales radicales, representados por la candidatura ilegalizada Herritarren Zerrenda (HZ), reculan, aunque los 98.132 votos nulos recogidos en Euskadi y los 15.665 de Navarra (la inmensa mayoría de ellos correspondientes a papeletas ilegales de HZ) constatan que los seguidores de Batasuna mantienen un nivel de fidelidad.

La fuga de apoyos que padecen las distintas candidaturas con las que Batasuna ha intentado eludir su ilegalización, es progresiva y constante (en las anteriores europeas).