La situación que atraviesan las cuentas de la cooperativa Caval de Valdelacalzada es aún peor de lo que se esperaba. Si las últimas cifras expuestas por el gerente Manuel García antes de presentar su dimisión el pasado jueves día 3 indicaban que el déficit era de 17 millones, los socios se llevaron ayer una sorpresa más que desagradable al conocer que el lastre que arrastra la empresa es casi diez millones de euros más alta. Son 26,7 millones.

Esta es la cifra que las dos empresas encargadas de elaborar un plan de viabilidad para Caval presentaron ayer a sus 180 socios, quienes no podían creer lo que estaban escuchando. "Algunos están a punto de marearse", comentaba ayer uno de ellos Ramón Rodríguez. Y no hablaba en sentido figurado. Después de 25 años trabajando, ahora ve cómo se tuerce su futuro, ya que ninguna de las dos opciones que se le han presentado estaban en el guión de una de las más importantes empresas del sector agrícola extremeño con más de veinte años de historia.

Las alternativas están claras. O son los propios socios quienes asumen la deuda, poniendo en riesgo su propio patrimonio durante los próximos 25 años, o entrar en un concurso de acreedores y desmantelar la cooperativa, la opción que en principio menos gusta. "No sé si quiero que me coja un tren o me coja un camión, de todas formas me va a coger", comenta Rodríguez.

Sin embargo, teniendo en cuenta la envergadura de la deuda, y la edad de los socios --la media es de 56 años-- habrá que esperar unos días para conocer la propuesta que mayor respaldo obtiene de entre los socios.

Sea cual sea la decisión que se apruebe ninguna será bien recibida en Valdelacalzada ni en las localidades aledañas, debido al peso que Caval tiene sobre la economía de la zona. Los socios han decidido darse un plazo para reflexionar sobre la situación con el fin de escoger la opción más acertada. Será el día de Nochebuena, el 24 de diciembre por la mañana, cuando en una nueva asamblea se celebrará la votación que marcará el fin de la cooperativa o el comienzo de una nueva etapa.

Y ello siempre y cuando los bancos estén dispuestos a financiar una deuda tan elevada, puesto que de nada servirá que los socios decidan avalar con su patrimonio una deuda si no encuentran ninguna entidad dispuesta a financiar la operación. En los próximos días también se conocerá la opinión de la Junta al respecto, quien ya ha anunciado su disposición a colaborar con la entidad, y para ello se ha remitido el plan elaborado por las empresas ICH y Logitime a la Administración regional.

Los agricultores están "desconcertados y desechos", repetía ayer Ramón Rodríguez, quien no comprende la razón por la que una cooperativa tan importante como Caval ha llegado a esta situación. Los socios más críticos, los que protagonizaron hace dos semanas un encierro en las dependencias de la empresa para exigir información sobre la situación de la empresa y para reclamar el cobro de la producción de la pasada campaña, consideran que el exgerente, Manuel García, es el principal responsable. Con el fin de depurar las responsabilidades oportunas, los socios están dispuestos a acudir a los tribunales para que responda ante ellos por su gestión.