Marcelo, un hombre de unos 50 años, ha dedicado su vida a la enseñanza de Filosofía en la Facultad. Cuando su jefe de Cátedra, mentor y compañero de aventuras del pensamiento, muere inesperadamente, Marcelo asume que heredará la titularidad de la Cátedra que ha quedado vacante. Lo que no imagina es que Rafael Sujarchuk, un brillante y seductor colega, regresará desde Alemania para disputar el puesto vacante.