Peregrino 100.000 del año 2013: una familia extremeña, los Cortés

Todos los días son viaje" escribió el poeta japonés Matsuo Basho hace más de tres siglos en la primera anotación de su obra maestra 'Sendas de Oku', y esta máxima es la que sigue una familia de Valdetorres, en Badajoz, que hoy se ha alzado en Santiago con el título de Peregrino 100.000 del 2013.

Su camino empezó esta vez el día 18, en Ferrol, 123 kilómetros.

Esta aventura de naturaleza y vida cotidiana la han compartido el florista Rafael Cortés Ruiz, con su mujer, Dolores Gallardo, maestra de inglés en primaria, y sus dos hijos, Lucía, de 18 años, que está estudiando y pretende dedicarse a "algo relacionado con la rama de la salud", y Rafael, un año mayor, que sigue pensando en qué desea profesionalizarse.

Con Rafael Cortés padre van sus hermanos, Herminia ('Mini'), Antonio y Mari Ángeles (María), con su hija mayor, María Ferrero Cortés, de 19 años que pretende ser economista.

Regresan hoy. No pueden quedarse a los fuegos del Apóstol la noche del 24 por cuestiones laborales.

El deán de la Catedral compostelana, Segundo Pérez, que los ha esperado ansioso en la oficina del peregrino, les entregó un premio conjunto, una barca de Santiago, de la cerámica de Sargadelos, y una guía del templo gallego para cada uno.

"¿Son familia todos?", les ha preguntado el deán a su llegada. "Sí, sí", ha respondido Rafael Cortés. "¿Pero esto es una familia o una tribu?", ha replicado Segundo Pérez, con un guiño irónico. "Una tribu, una tribu. Pero otros años hemos venido catorce".

Con sarcasmo, el deán, feliz, ha proseguido: A mi lado Francisco Domínguez, administrador general de la Catedral y "protector de los peregrinos de Extremadura". Carcajadas.

A la prensa, Segundo Pérez le ha confesado su alegría evidente: "Estamos acogiendo a gente de muchas partes del mundo entero. El Camino está vivo. Esa conciencia de peregrinar a Santiago, que fue un poco lo que aglutinó la conciencia de Europa, sigue vigente".

"Esto (el peregrino 100.000) -ha continuado- no sólo es importante para nosotros, para la Catedral, lo es para la sociedad gallega, para Compostela. Diríamos, en lenguaje cristiano, que es una gracia inmensa".

La gran familia extremeña ha recogido el guante: "A ver si conseguimos ahora ser el número 200.000".

No sería extraño. Es la tercera vez que emprenden alguna de las rutas posibles para alcanzar Compostela, esta vez desde Ferrol, la anterior por Portugal, y la primera con el punto de partida en Ourense.

"Cuando terminemos todas las posibilidades, repetiremos", cuentan al unísono, y todos declaran su sorpresa por lo acontecido, por este reconocimiento "inesperado completamente".

Rafael Cortés resume el sentir de los suyos: "Es la tercera vez que hacemos el Camino, y, otra vez ha sido una experiencia chulísima. Todas las veces que lo hemos hecho ha sido en familia, y así hay más unión entre los primos, por ejemplo. Esto hace un lazo más fuerte".

"Eso sí -ha añadido-, nos duelen los pies un montón, un montón, y esto ha sido una sorpresa. Encontrarnos aquí, ver que hacíamos el número 100.000. No esperábamos nada de esto. Muy bien, muy contentos. Hacerlo con la familia, llegar aquí, todo es súper emocionante".

Su mujer completa: "Y te quita los dolores. Y luego está esa alegría de superar ese 'que no puedes, no puedes...' y al final, sí, sí puedes, y lo consigues, por muy difícil que se ponga" el reto.

Entonces, ¿repetirán? "Sí, sí, si podemos sí, y podremos. Nos queda mucho, son muchos recorridos los que hay. Lo seguiremos haciendo desde alguna parte".

"Hombre", el tercero no puede ser el último, les ha apostillado el deán, que ha entendido su retorno este martes pero sólo por un dicho común, ese que dice: "El trabajo es sagrado, no lo toques".