La consejera de Cultura e Igualdad, Leire Iglesias, señaló en una visita la importancia de la restauración del retablo mayor de la Iglesia de Santa María del Castillo, de Olivenza, en la que la Administración regional ha invertido 91.000 euros. Iglesias afirmó que las actuaciones realizadas son un trabajo modélico que la Junta ha materializado a través del Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, dentro del convenio Iglesia-Junta de Extremadura, que suponen «un importante retorno en Extremadura».

Afirmó que este trabajo es «un ejemplo de cómo abordar un patrimonio común», subrayando que es «una obra que habla de un momento histórico, el reinado de João V, caracterizado por apoyar a las artes y a los intelectuales».

El retablo, ejemplo jansenista en España, es de 1723, caracterizada por un camarín profundo que resalta la significación eucarística. Su restauración se enmarca en la línea de la Consejería de Cultura en conservación del Patrimonio, con dos vertientes: investigadora y de avance hacia actuaciones integrales al abordar lo más valioso no solo de esta iglesia, sino del acervo cultural oliventino y extremeño.

Acompañaron a Iglesias el arzobispo Celso Morga, y el alcalde Manuel José González.

La actuación realizada es una obra compleja, afrontada en dos fases entre 2016 y 2018. La correspondiente al camarín, que de por sí es una obra completa, y la de la armadura que se abre al presbiterio, con lienzos y cerámica; una actuación centrada en la carpintería y otra que atiende a esculturas, óleos, madera y cerámica.

Se trata de dos fases que han supuesto una inversión de 59.000 euros por una parte y de 32.000 por otra, dentro del convenio Iglesia-Junta de Extremadura.

Los trabajos han consistido en limpieza; fijación de elementos desprendidos: eliminación de cera y objetos ajenos al retablo; fijación de todas las capas, pictórica y dorados; ensamblajes de todas las maderas; reconstrucciones; desinsectación; fijación del armazón al muro, así como intervención en la armadura, las imágenes, los cuadros, el manifestador (sagrario) y la azulejería, además de la consolidación, reintegración y protección de la obra.