Este año sí. Aunque sin besos ni abrazos, hemos podido felicitar personalmente a Martina Lancharro, abuela de Monesterio y de la comarca de Tentudía, que este 17 de abril ha cumplido, con salud y junto a su hijo José, la friolera de 101 años. No se extraña: “mi madre también pasó de los noventa”. Este año es especial, porque Martina ha celebrado su cumpleaños en casa.

 Con las visitas justas, por el delicado momento sanitario que seguimos viviendo, pero con la “esperanza de que, con la vacuna, salimos de esta”, Martina nos recibe en su casa, en Monesterio. Su cien cumpleaños lo pasó en Sevilla, en los momentos más duros del confinamiento. Hoy, ya vacunada, Martina puede presumir de haber superado otro avatar más. Algo inimaginable para quien ha vivido tanto.  

 Nacida un 17 de abril de 1.920, Martina Lancharro Conejo; relata con lucidez y bastante sordera, --heredada, como su longevidad--, algunos de aquellos acontecimientos, relatos e historias del pasado local, que todos hemos escuchado alguna vez, y que ella vivió en primera persona. Sigue muy bien de salud. Es casi autosuficiente, y lo que más le irrita, son sus problemas de visión, que le impiden disfrutar de la lectura. Su gran pasión, desde niña, y todavía, aunque ayudada por una lupa con la que continúa devorando libros y revistas.

Videollamada entre Martina y su nienta desde Holanda Rafa Molina

 La Actualidad

 Muy pendiente de todo lo que pasa a su alrededor, Martina es una apasionada de la actualidad, y más aun de la política. No se pierde un telediario, y habla con soltura de política y políticos. De los de ahora, y de los de antes. Incluso se atreve con el rey emérito: “Estos borbones…, ¿porqué habrá hecho esto?. No le hacía ninguna falta”, manifiesta, visiblemente contrariada.

 Su día a día es bastante sencillo. Alterna la compañía de su hijo con la de sus cuidadoras, de las que habla con cariño. Actualmente recopila su vida y sus vivencias en un libro biográfico, de páginas en blanco, que le ha regalado su nieta, que, con la ayuda de su hijo, poco a poco, se va llenando de huellas de un sorprendente pasado. Por cierto, su nieta, se unió a la celebración, a través de una videollamada, desde Holanda, país en el que actualmente reside, con su familia.

 Tampoco faltó la felicitación institucional. El ayuntamiento, a través de la concejala de industria y turismo, Amalia Sánchez, “en nombre de su pueblo”, le hizo entrega de ese ramo de flores, que el año pasado no se le pudo ofrecer.