Con el objetivo de concienciar y sensibilizar sobre la importancia de las aves migratorias, y especialmente del vencejo, aunque también de aviones y golondrinas, la asociación conservacionista Ecologistas en Acción Cúriga Monesterio, celebró una serie de actividades dirigidas a los más pequeños, con la que conmemorar el Día Mundial del Vencejo, que se celebra cada 7 de junio.

La actividad se corresponde con una campaña nacional, que pretende focalizar sobre la importancia de las aves urbanas e insectívoras, alertando sobre los factores que amenazan sus poblaciones, para así conseguir medidas que salvaguarden a estas especies. Según explica Juan Carlos Giraldo, miembro del colectivo organizador, “la población de estas aves migratorias se ha reducido en casi un 40% durante los últimos años”.

El vencejo, muy común en nuestros pueblos, es un ave “misteriosa”. Pasa la mayor parte de su vida volando a excepción de la temporada de anidamiento y cría. “Durante diez meses ininterrumpidos vuela a gran altura para protegerse de sus depredadores”, y únicamente deja de hacerlo cuando, al llegar la primavera regresan a nuestros entornos urbanos para criar.

A diferencia de golondrinas y aviones, esta ave anida en pequeñas oquedades de nuestros edificios. Se alimentan de insectos, muchos de ellos “perjudiciales para los cultivos”. Esta circunstancia ha motivado que su conservación se incluya en un proyecto liderado por Ecologistas en Acción, denominado “Las tres mosquiteras”. Es decir, un programa de sensibilización y conservación, dirigido a las tres especies de insectívoros con mayor presencia en nuestros pueblos y ciudades.

Actividades

Para conmemorar esta efeméride, el colectivo organizó una serie de actividades en la Plaza del Pueblo, dirigida a la población infantil. Así, niñas y niños participaron en un cuentacuentos con el que definir y explicar las especiales características del vencejo común. A continuación, se desarrolló un taller de pintura, recortes y manualidades, con el que, entre todos, se elaboró un mural conmemorativo. Además el colectivo ofreció cajas nido para vencejos, a disposición de aquellas personas interesadas en colocarlas en sus viviendas.

 Su conservación depende “un poco de todos”, manifiesta Giraldo, quien considera esencial que “urbanismo y diversidad” vayan de la mano. La conservación de la especie es posible con sencillas actuaciones, como, “dejar algún pequeño hueco estanco en las nuevas edificaciones”.