La Guardia Civil ha tenido que instruir diligencias a un vecino de Zalamea de la Serena, como presunto autor de un delito de maltrato animal. Agentes del puesto de la Guardia Civil de esta localidad pacense y del Seprona de Castuera, tuvieron conocimiento mediante información de un vecino ilipense de la existencia en una vivienda de su municipio de varios animales que se encontraban en mal estado.

Con los datos aportados se ubicó el inmueble y se llevó a cabo su inspección, donde hallaron un total de cinco perros. Animales que se hallaban en condiciones deplorables de salubridad, sin agua y comida, y sin las mínimas condiciones higiénico-sanitarias y de bienestar animal. 

Estos animales carentes de documentación sanitaria, sin vacunas y tratamiento de desparasitación, así como de microchip; presentaban evidentes síntomas de desnutrición con extrema delgadez y abandono, y estaban infectados por parásitos que en alguno de ellos habían provocado serios problemas en la piel.

Omisión de atención

Con las gestiones practicadas y pruebas incriminatorias, se identificó al propietario de los animales, vecino también de Zalamea de la Serena al que se le han instruido diligencias por un supuesto delito de maltrato animal, por la omisión en la debida atención y cuidado de sus perros, así como por la desnutrición y absoluta falta de salud e higiene de los animales, y fueron remitidas al Juzgado de Instrucción de Castuera.

Este delito está contemplado en el artículo 337 del vigente Código Penal. Las penas de prisión son de hasta un año, además de la inhabilitación de hasta tres años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con animales, pudiendo agravarse la pena por la muerte de los animales, hasta 18 meses de prisión y cuatro años de inhabilitación.

Una vez que los animales fueron examinados por facultativos veterinarios, estos determinaron la necesidad de sacrificar a uno de ellos al sufrir una enfermedad muy avanzada e irreversible que comprometía su calidad de vida.