El Ayuntamiento de Cáceres justificó ayer su actuación respecto a la instalación de los servicios de radioterapia y hemodinámica en la clínica concertada San Miguel, conocida como San Francisco. En un comunicado oficial, el consistorio defendió el derecho de los ciudadanos para poder acceder a unos servicios sanitarios sin tener que desplazarse 200 kilómetros. En este sentido, el equipo de gobierno recordó que fue el primero en detectar la necesidad de construir un nuevo hospital. Reiteró que el 10 de mayo del 2001, las fuerzas políticas de la ciudad acordaron formular esa petición al Insalud, entonces responsable.