El negocio de la droga se ha concentrado fuertemente durante los últimos años en una pequeña zona de Cáceres, la calle Ródano (Aldea Moret), que mueve el 90% del mercado local. Allí se sitúan actualmente ocho ´narcopisos´ dedicados especialmente a la venta de heroína y cocaína, la mayoría situados en un mismo bloque. "Son familias involucradas en el negocio, desde padres hasta hijos, pero no acumulan grandes cantidades para evitar que les capturemos en los registros. Mueven poco y saben cómo deshacerse de ello al instante", explican especialistas de la Comisaría Provincial de la Policía Nacional.

El realojo provocó el traslado de casi todo el narcotráfico cacereño a esta zona hace varios años. La tendencia a la concentración ha seguido agudizándose, salvo algunos puntos que todavía operan en la plaza de la Concepción (heroína, cocaína y hachís) y en las zonas de la movida (sobre todo psicotrópicos, hachís y cocaína, pero en pequeñas dosis).

TRANSPORTE Y CANTIDADES

No obstante, el consumo de sustancias adictivas es moderado en Cáceres, ciudad que se sitúa en la media de otras capitales españolas de su mismo tamaño. Basta con echar un vistazo a las incautaciones del 2002 (gráfico anexo), año en el que fueron detenidas 30 personas. La operación más importante, con trece arrestos, permitió frenar el asentamiento en la ciudad de una banda de colombianos radicada en Madrid.

La droga llega a Cáceres procedente de Madrid (anteriormente venía desde Plasencia) y es transportada en coches particulares. Llevan dos vehículos lanzaderas delante y detrás para alertar de posibles controles policiales. "Ocultan la mercancía en los huecos del automóvil, en la rueda de repuesto, entre la ropa... Pero mueven pocas cantidades porque quienes operan en Cáceres lo hacen con escaso capital", explica un agente. En efecto, según la policía, los vendedores de esta ciudad compran pequeñas partidas para traficar e incluso consumirlas. "Ellos mismos están metidos; trapichean, malviven y se mantienen". Por esta razón es difícil interceptar grandes alijos en las casas, pese a los registros.

CONSUMO Y PUREZA DE UN 5%

Muchos de los adictos a la coca y la heroína suelen ir a los ´narcopisos´ para comprarla y consumirla en el interior, evitando así que la policía les incaute la dosis en la calle (las cantidades intervenidas en la vía pública son mínimas).